domingo, 29 de mayo de 2011

Terminé y ¿luego? o vivir de la moneda

Ahora sí, por fin terminé la maestría, ahora sólo espero mi defensa que será el 8-9 de junio. Esta sensación de terminar algo y esperar lo que sigue siempre es extraña.

No creo que la vida se pueda dividir en etapas, porque no es un continuum, sino que saltamos de un momento a otro sin darnos cuenta. Retrocedemos y avanzamos, pero no a voluntad, de una forma no controlada, sino porque así ocurre. Así que ahora no sé hacia cuándo he de saltar ni desde donde. Me encuentro en ese limbo entre tener que tomar una decisión, meterme al río o simplemente usar una mente “no sé”.

Lo último ocurre, pero me preocupa, por lo que no puedo alcanzar ese punto de equilibro necesario para mover las cosas. Sé que quiero continuar mis estudios, pero no quiero seguir en una pausa vital. Quiero continuar la vida, pero no quiero dejar la academia. Conseguir un trabajo, buscar una familia, aumentar los temores, reducir los riesgos, y con ¿qué fin?

Hacer un viaje exterior, sin ningún fin, sin un propósito. Y es que el fin último de las cosas parece no existir, así como tampoco hay un verdadero principio. Me parece que sobrevaloramos lo que somos. El hecho de ser seres humanos no quiere decir que tengamos que actuar de forma muy diferente a lo que hace cualquier otro ser vivo. Es cuando creamos la noción de finalidad cuando nos engañamos y otorgamos a la vida, de forma absurda, un sentido, que a priori no lo tiene. Decidimos Post hoc ergo propter hoc, que debe existir un motivo en la vida, de otra forma el sufrimiento mismo de buscar la felicidad carece de sentido.

Paradójicamente, esta búsqueda de sentido nos motiva a encerrarnos en una cadena de sufrimiento, y nos hace creer que existe la libertad final y, al mismo tiempo, esa libertad coloca orden en la vida; en otras palabras, somos sometidos a una ordinalidad total.

Por otra parte, si decido creer que la vida no tiene ningún sentido y que lo único que me motiva a continuar es un instinto de supervivencia, me parece un camino aún lleno de mayor sufrimiento. No es porque no me parezca interesante la forma de ganarse la vida sin trabajar o buscar trabajos esporádicos de cualquier tipo para subsistir, lo que ocurre es que me parece una vida tan monótona y tediosa como la anterior.

La necesidad de elegir se vuelve, en este caso, imperante; no porque así lo quiera yo, sino porque de alguna forma he de seguir existiendo. Me gustaría seguir el consejo que otorga al final de su libro el escocés Irvine Welsh: “y ¿por qué tengo que elegir?”, sin embargo sé que en este momento algo tendré que hacer.

Creo que para tomar una decisión, tendré que hacer lo que hago en casos de suma importancia y es lanzar una moneda al aire y dejar que ella dicte mi camino. Al final, así terminé estudiando letras, de lo cuál no me arrepiento. Por lanzar una moneda es que empecé a trabajar en lo que ahora hago, así que de cualquier manera, tomar la decisión basada en una moneda ha funcionado hasta ahora, el truco está en ser fiel a lo que diga la moneda.

domingo, 13 de marzo de 2011

Atando cabos.

Tiene más de un año que no escribo ninguna entrada en el blog, no he tenido tiempo para mantenerlo fresco. Sin embargo, esta semana ocurrieron dos cosas, aparentemente, no ligadas entre ellas. Yo nunca he sido un verdadero seguidor de las teorías de conspiración, pero esta vez me parece que sólo pondré un poco de información y dejaré que ustedes decidan si hay o no relación entre una cosa y otra.

La primera de estas pasó el ocho de marzo, una extraña muerte masiva de anchoas y sardinas en las costas de Redondo Beach, California. La versión oficial fue que los peces murieron de forma natural por falta de oxígeno. Sin embargo siguen investigando otras posibles causas. Dicen que una repentina conglomeración de peces en esa área de la marina provocó que el oxígeno disponible se consumiera de forma más rápida, lo que provocó su muerte. Lo que no explican es por qué los peces decidieron nadar todos hacia el mismo lugar y al mismo tiempo.

El segundo hecho es el terremoto de Japón, ocurrido el 11 de marzo. Esta noticia no necesita una mayor explicación pues ya todo mundo lo sabe. Lo que me parece atípico de esto es la magnitud en daños provocados por el terremoto. Como de momento no tengo tiempo no me he puesto a investigar profundamente, pero de acuerdo con el periódico en línea Opinion.com.bo, “Por lo general, uno o dos terremotos de esta magnitud tienen lugar todos los años. Pero, incluso para un país como Japón, acostumbrado a este tipo de eventos, el sismo de este viernes es extraordinario.”

Este quedó registrado como el quinto terremoto más fuerte de la historia, cabe mencionar que los seis más fuertes que se han registrado ocurrieron después de la mitad del siglo XX y tres de estos han ocurrido después del 2000.

Pero, ¿qué tienen en común estas dos noticias? En realidad en apariencia nada, sin embargo hace algún tiempo escuché hablar de las ondas de frecuencia extra baja (ELF por sus siglas en inglés). Estas ondas son supuestamente utilizadas para obtener información atmosférica. No obstante, pueden ser utilizadas, al parecer, para producir algunos cambios en la ionósfera, lo que puede producir alteraciones en el ciclo climatológico natural de la tierra. Si en verdad estas ondas pueden controlarse con precisión, también podrían utilizarse para generar vibraciones en lugares donde la energía sísmica potencial es muy alta y generar temblores. Como no he hecho una investigación muy profunda pondré de referencia la página de wikipedia: Ondas ELF (en inglés).

No tengo pruebas de lo que digo, evidentemente, simplemente unos pequeños recuerdos de eventos. El año pasado, antes del temblor de Chile, los pájaros en Australia empezaron a caer muertos. También la aparición repentina de animales (sobre todo marinos) de alguna especie en zonas que no han sido su hábitat coincide con la ocurrencia de huracanes, tsunamis o terremotos. Entonces, atando cabos no relacionados entre sí, ¿será que los diferentes gobiernos están golpeando de esta manera a las economías emergentes y, de paso, cargándose al planeta?

domingo, 31 de enero de 2010

Yo ví...

Pues bien, esta pequeña entrada del blog sólo es para informar que he visto, por primera vez en mi vida una nevada, una nevadita si se quiere. Pero no era aguanieve. Era nieve. Nunca antes había visto como nevaba.

La sensación de experimentar un fenómeno natural por primera vez no tiene comparación. Yo creí que nunca iba a ver la precipitación de la nieve y publiqué ese pensamiento en facebook. A esa publicación recibí como comentario "No te pierdes de nada..." . ¿Cómo no me voy a perder de nada? Sería como si nunca hubiera experimentado la lluvia, o un día soleado. Me perdía de lo mismo que se pierde el iletrado o de lo que se pierde el literato que no abandona sus libros jamás.

La sensación de estar bajo la nieve era inmensa. Desbordaba mi cuerpo externo e interno. Esa sensación salió por mis ojos, en forma de lágrimas. Así es de pronto estaba llorando sin saber por qué, sin entender que era lo que estaba pasando. Desde luego que entendía el fenómeno físico, pero no entendía el fenómeno interno. Era esa sensación abrumadora que nos dejan esos atardeceres purpurinos reflejados en los ojos de la mujer amada. Ese mismo sentimiento de odio impotente ante la furia desbordada del diente de león cuando lanza sus semillas.

Justo esa mezcla de sentimientos fue lo que experimenté el primer día que vi nevar. Alguien de los que me lee, ¿ha visto nevar?


sábado, 16 de enero de 2010

Mind Stream

Este texto lo escribí en mi viaje de vuelta a Inglaterra. No está revisado intencionalmente para dejar los errores cometidos. Quizás sea de complicada lectura pero espero que les guste. Esta vez está sin fotos.

De regreso

Escribo desde mi asiento en el avión, el 34F. Empiezo mi regreso a la isla. Aquí el cielo es azul, con pinceladas de nube.

Jamás he visto la nieve, hace una semana el satélite tomo una fotografía de gran bretaña en la que se observa toda blanca, cubierta por la nieve. Tengo algo de miedo porque es la primera vez que voy a verla, pero también temo que no haya más nieve. No quiero regresar a ver el enlodado que, según me han dicho suele dejar la nieve. Creo que voy preparado para el clima frío. Estoy usando mis boxers regulares, pantalones térmicos, otros pantalones térmicos y mi pantalón de mezclilla. Un par de calcetas regulares. Otro par de calcetas hechas con lana de merino.

Debo apagar porque el avión se mueve.

Sí, de merino, al parecer esa palabra tiene uso y sentido en Europa. Les comentó que el despegue fue usual, siempre me ha emocionado el hecho de saber que voy en un vehículo tan pesado que es capaz de despegarse del suelo. Adoro los aviones. Me gusta como se ve la tierra desde arriba, me gusta ver las construcciones hechas por el hombre, sin ver al hombre. De igual manera me gusta ver como la naturaleza rodea las manchas urbanas.

El mar, el Atlántico, Azul, furioso, en calma. El Atlántico. El fin del mundo. Y las nubes que lo ocultan. Grises por abajo, opacas gruesas. Me gusta ver los agujeros en las nubes que dan paso a la vista de la tierra.

Ver qué pequeño es todo comparado con la naturaleza, con la tierra.

Pero bueno, volviendo a mi vestimenta También uso una camiseta de manga larga de algodón (la camiseta y la manga) una camiseta térmica, otra camiseta térmica, una playera de manga corta hecha en la Patagonia (no sé si el hecho de haber sido hecha en la Patagonia la haga resistente al frío o no). Y en la mochila, listo para ponerme traigo una sudadera de tela polar. Una camisa gruesa de pana y una sudadera. Junto a mí traigo mi amigo infaltable, el abrigo.

Para amenizar el viaje los sobrecargos pasan vendiendo bebidas, té, agua, refresco, alcohol. Me molestaría la vento de estos productos tan de primera necesidad si no fuera porque el boleto del avión me costó 99 centavos de Euro, más impuestos. Dos asientos atrás de mí un niño hace patente su descontento (supongo que le pareció excesivo pagar 3.5 libras por 25 ml de Johnny red) a gritos.

Sus gritos se disfrazan de llanto. Poco a poco noto como todos nos vamos alterando, no por empatía con el sufrimiento humano, sino porque ese sufrimiento nos provoca un malestar, lo consideramos contaminante.

Justo ahora no sé en qué parte del mundo me encuentre, no sé si esto sobre Portugal o sobre España, sólo tengo por seguro que estoy sobre Iberia. Me dijeron que el norte de Portugal estaba nevado. He visto ya la nieve otras veces, desde el avión, en la televisión, en los volcanes, pero nunca he pisado la nieve. Sin embargo, aquí sobre la iberia no he visto nada de nieve.

Las nubes me siguen pareciendo misteriosas. Entiendo el proceso físico, pero aún así me sorprende ver nubes amontonadas, primero como vagabundas solitarias, quizás alguna nube prostituta, y otras formando comunidades, ejércitos., océanos blancos que proyectan su sombra hacia la tierra. Sobre las montañas, pescando ciudades inmóviles.

El capitán acaba de describirnos la ruta que tomaremos. Ahora sé que estoy sobre España, vamos al norte, a Santander, volaremos sobre la costa norte de España hasta encontrar Francia. Cruzaremos el canal y volaremos por el oeste de Londres hacia el norte hasta llegar a Birmingham. Y conforme nos adentramos a Europa las nubes se cierran más, y pasan a formar un decorado, una especie de postre. Parece clara de huevo batida decorada con azúcar glass, sin embargo no se ven como merengues. Quisiera poder comer una para tratar de expresar su sabor. Estoy seguro que tendrían un sabor rosa acaramelado. En algunas partes forman surcos, como si fueran campo arado, preparado para la siembra. Pero a las nubes no les llueve, ellas llueven.

Pues bien, de momento corto este mensaje porque me quedan dos tercios de batería y quiero escribir algunas cosas más conforme vaya avanzando el viaje. Espero que la estación de trenes en Birmingham no esté cerrada.

Pues bien, mientras volamos por el canal de la mancha nos informaron que debido a la mala visibilidad en Birmingham vamos a tener un aterrizaje (en el agua creo que fue lo que entendí) pero que no nos espantemos, que es un procedimiento estándar. El problema con los estándares es que son muy variables. Las nubes ahora están arriba y abajo.

Soy una especie de jamón de sandwich. Y ahora todo va cambiando de color poco a poco. Como ya empezamos el descenso supongo que tendré que apagar la computadora en cualquier momento. Ahora veo como algunas nubes forman cascadas, está lloviendo en algunos puntos de lo que pensaba que era Francia pero que acabo de descubrir que es Inglaterra.

Y ahí se ve, el piso Blanco. Está nevando y veo nevar desde arriba. Se ven algunos lagos congelados. Es precioso, son campos de siembra nevados. Blancos, demarcados por algunas bardas. Desde acá arriba todo es precioso. Los campos que normalmente tienen diferentes tonos de verde y están bien delineados ahora tienen diferentes tonalidades blancas. Eso nunca lo había visto. Sólo había visto la nieve en las montañas. Las manos me sudan porque estoy ante una nueva realidad, me enfrento, de golpe, con lo desconocido.

Ahora nuevamente las nubes lo cubren todo y no se puede ver nada de lo que hay abajo.

Hace una semana el satélite tomó una fotografía de la isla en la que se ve toda la nieve, se ve la isla blanca. Lo que más me sorprendió de esa foto no fue ver la nieve desde el satélite, lo que me sorprendió es que no había nubes sobre Inglaterra. Algunas nubes dejan entrever algo blanco bajo ellas, pero yo no podría decir si son más nubes o es la tierra blanca.

Debo también decirles que tengo hambre, mucha hambre. Desayuné un pan, un vaso de leche y un Actimel. A las 7:50 de la mañana, ahora son 13:54 y no he comido nada, decidí no pagar 8 libras por un plato de comida de avión. Digo esto porque cuando veo hacia abajo, y veo las nubes e imagino la tierra, sólo pienso en la comida congelada que debe haber ahí.

Y empiezo a tener miedo del frío, quizás no es un miedo mío sino un miedo contagiado. Pero esta vez no es un miedo paralizante, tampoco es el miedo que llega con los años, por el contrario, es el miedo adolescente, y el ansia de descubrir algo novedoso.

Ya pregunté acerca del aterrizaje y no era “acuatic landing” sino “automatic landing” eso hace perfecto sentido. Ahora sólo queda confiar absolutamente en las computadoras. La visibilidad en el aeropuerto de Birmingham debe ser casi cero para que el piloto prefiera confiar en una máquina que en su experiencia.

Si la computadora no falla, esta entrada será publicada

Hay que apagar, nos vemos luego.

Increíble!!! y estoy en el tren, y todo es blanco a mi alrededor, los árboles muertos, el cielo es gris, pero el piso es blanco, los tejados de las casas son blancos (sin albur) los autos, blancos.... Las ramas de los árboles sostienen la nieve.

Ya toqué la nieve e hice una pelotita, pero no encontré la víctima perfecta así que la solté. Hizo un hoyo en el resto de nieve, fue increíble. La nieve es fría como era de esperarse, pero no como el hielo, se puede apretar, más o menos como en la pista de hielo cuando quedan esos pedacitos al rededor. Birmingham es una ciudad muy industrial, hay fábricas por todos lados, así que con la nieve en los techos de las fábricas me siento como en un cuento de Charles Dickens.

Paso junto a una pista de go-karts, obvio está cerrada, increíble como se ven las llantas cubiertas por la nieve. El canal tiene pedazos de hielo que flotan en él.

El cielo es gris. El piso blanco, las luces amarillas, son las 15:21 y el sol está por meterse, cuando llega a verse se ve casi como luna pequeña, cubierto por las nubes. Y sobre todo este paisaje el cuervo vuela y grazna, el cuervo copula y baila. Su graznido parece lamentar, pero es difícil adivinar que lamenta. Por el grueso de la nieve acumulada en los muros que protegen las vías del tren, estimo que ha de haber aproximadamente cinco cm de nieve.

Es verdad lo que me habían dicho, cuando la nieve es fresca se ve preciosa, pero la nieve sucia se ve horrible. Es café, parece lodo, sin duda tiene un aspecto desagradable.

Se acaba la batería, y yo tengo que partir. Los veré próximamente.

lunes, 11 de enero de 2010

¿ formspring.me ?

Leyendo el blog de marilink me encontré que en su más reciente entrada habla de formspring.

Como ella lo define

Formspring es básicamente un servicio que te ofrece un formulario donde cualquiera puede dejarte una pregunta, y una de las funciones más interesantes es que pueden hacerlo de forma completamente anónima. A medida que contestas, las preguntas y respuestas se van publicando con lo que se forma una especie de FAQ de tu vida y persona.

Como era de esperarse yo no pude resistir a la tentación de unirme a algo más que me quité el tiempo y no me permita terminar mi tesis, con el pretexto de estar trabajando acerca de las redes sociales es impresionante las cosas que uno encuentra.

Pero bueno, después de haber contestado tres preguntas que aparecen por default en el servicio me parece que puede volverse adictivo. Lo interesante de esto es el hecho de observar que tan sólo se encuentra el ser humano que decide abrir su vida a totales desconocidos.

No quiero parecer reaccionario, a mí me encantan las redes sociales y creo que cada vez me estoy volviendo más adicto a ellas. Lo que quiero decir es que toda esta intercomunicación pone en evidencia la soledad de quienes entramos en ellas.

Quizás algunos lo hagan buscando la tan ansiada fama, heredada (creo) desde el renacimiento. Habrá quienes busquen el “verdadero amor” basados en diferentes historias y películas cursis de Hollywood. Yo no recuerdo cómo fue que empecé con las redes sociales, pero sé que el internet siempre me ha llamado la atención por la posibilidad de comunicarme con el mundo entero, y por la posibilidad crear una utopía real en un neocosmos inexplorado.

Ahora trato de entender como funciona la nueva internet a la que todos vamos dando forma y quizás hasta sentido. Al parecer ahora la idea es publicar lo que somos, cada instante, lo que hacemos, en tiempo real en un mundo virtual.

La idea de formspring.me de contestar preguntas a desconocidos me parece una idea ya manida, pero nunca antes lo había visto yo online. Me recuerda a los chismógrafos de la secundaria, con la diferencia de que aquí no hay un patrón para las preguntas. Uno puede decidir a qué desconocidos contestar y cuáles no.

Y si le quitamos un poco el punto de vista frívolo, ¿será que esta nueva tecnología podría ayudar a construir redes sociales con alguna meta común? ¿Podrá tener alguna funcionalidad de cohesión social?

La verdad es que no lo sé, la gente es muy creativa y utiliza todas las nuevas herramientas con fines muy diferentes. Twitter a demostrado ser un excelente medio de comunicación, el caso de como ayudó para organizar las protestas en Irán fue un buen ejemplo. Pero, ¿preguntas y respuestas?

No lo sé, como dije antes invito a que participemos todos a ver hasta donde llega esta tendencia de publicar nuestra vida, y mantener la publicidad solamente en nuestros passwords, a no ser que alguien pregunte por formspring: “¿Cuál es tu password para entrar a tu correo electrónico?”

sábado, 9 de enero de 2010

Dos cosas aisladas

Hay tantas cosas de las que se están hablando que hoy encuentro difícil elegir algún tema acerca del cual opinar.

Por un lado está el tema de Arce vs. twitter. Pero hablar de este tema sería darle mucha importancia a la voz de alguien que, como no la tiene, la arrebata.

Lo único que tengo que decir al respecto es que en twitter, al igual que en cualquier canal de comunicación abierto, no debería existir tal intolerancia a otras voces. Es decir, todo mundo tiene derecho a pavonear su estupidez. Entiendo que algún sector pueda sentirse ofendido por las palabras de alguien insignificante (aunque no imagino quien) y, en consecuencia, este sector tiene todo el derecho de expresar su rechazo y desprecio. Pero también entiendo que la estupidez también tiene derecho a hablar y a existir. Ese Arce no promueve la intolerancia, es sólo intolerante. No promueve nada porque no tenía ninguna fuerza y ahora está ganando reconocimiento.

Por otro lado está también el caso de Ciro Gómez Leiva (via @cruzarzabal)quien dice:

Dejémosles la calumnia a los “modernistas” que no dan para otra cosa.

Gómez Leiva me parece un periodista con muchos altibajos. Recuerdo cómo levantó la voz con valor en contra de Tv Azteca cuando esta usurpó con hombres armados las instalaciones de lo que en aquel entonces era Canal 40 en el Chiquihuite, claro estaban afectando sus intereses directamente. Pero también recuerdo, durante el caso Ahumada, el berrinche que hizo cuando Pérez Roque lo mencionó. Incluso cortó la transmisión para establecer su defensa.

Ahora, si bien Ciro deja que los twitteros hablen, hace algún tipo de generalización que no me parece del todo acertada. Insinúa que los “‘modernistas’ que no dan para otra cosa” sólo se dedican a calumniar. Yo debo reconocer que existe esa calumnia en twitter. Pero la razón de esto es por que también se encuentra fuera.

Después de reconocer su ignorancia acerca de las redes sociales, el periodista dice:

Tal vez algún día puede mentir y adjetivar en Twitter como no es válido y nunca lo ha sido en los “viejos medios”.

Pues bien, en el diario Milenio, en el que también trabaja Ciro, existe la columna “Trascendió” en la que se presentan balazos periodísticos sin la firma de algún reportero o periodista que los sustente. Esta sección ha sido acusada de calumnia alguna vez.

Acerca de la mentira, afirmar que no es válida y nunca lo ha sido es una contradicción a lo que el dijo tantas veces cuando la toma del Chiquihuite. ¿Cuántas mentiras no hemos visto por la televisión?, y el servilismo político ¿no cuenta también como mentira? Pero no porque exista la mentira en la televisión, en los diarios, en la radio, en las revistas, etc., se puede decir que la prensa es el lugar para mentir.

Mentirosos, calumniadores, ofensores… existen en todos lados, tanto en los medios clásicos como en los nuevos. el microblogging y el blogging, es cierto, no tienen la lógica del periodismo clásico. Tampoco tiene, ni tendría por que tenerla, la ética de este. Sin embargo, tiene lógica y ética propia. Las calumnias, la injuria y la mentira las oyen y las leen y las creen los mismos que las creen fuera de la red.

Atacar lo incomprendido me parece de lo más natural, casi una obligación humana, pero a veces es mejor intentar comprender más ese ente para poderlo atacar con mayor facilidad.

Así que “Te están insultando en Twitter”, pero también en todos lados.

viernes, 8 de enero de 2010

Estudio Natural Language Processing and Human Language Technologies

Ayer estaba hablando con un amigo sobre la ayuda que presta facebook, twitter, el blog, y todas estas herramientas de la llamada web 2.0 a los que hacemos todo lo posible por perder el tiempo.

Mientras platicábamos de eso surgió el tema de la tesis de mi máster. Le dije que estoy haciendo algo de minería de opinión en blogs, pero que me gustaría hacer algunos experimentos con twitter. Sorprendido, mi amigo preguntó que si mi máster no era de lingüística. Eso me hizo darme cuenta que al parecer no informé bien a mis amigos de que era el máster.

Pues bien el nombre del máster es "International Masters in Natural Language Processing and Human Language Technology". Yo me dedico a estudiar acerca del procesamiento del lenguaje natural.

Pero qué es esto del procesamiento del lenguaje natural, bueno es algo dificil de explicar. Aún así hice el intento y lo publiqué en el blog que será dedicado justo a eso, a presentar avances de mi investigación, puntos de vista de lo que yo entiendo como PLN (NLP en inglés) y particualrmente de los blogs, y la minería de opiniones que es lo que de momento estoy investigando.

Sin embargo este blog seguirá teniendo publicaciones periódicas (no se cuánto dure ese periodo). Pero haré lo posible por mantenerlos al tanto de mi vida personal en este blog, y de mi vida profesional en el otro.

Como mi investigación es en inglés no sé si también sea conveniente abrir otro blog donde sea lo mismo que el de mis estudios pero en inglés, ya les informaré al respecto.

Los blogs están en diversos sitios porque justo estoy experimentando con los diferentes sitios de blog, para entender mejor como funcionan y poder saber si cada uno puede determinar el tipo de publicación que se presente ahí.

Bueno me despido y espero verlos pronto, si comentan es más fácil para mí saber si el blog está siendo leido o no.

miércoles, 6 de enero de 2010

Son los recuerdos...

Pues bien hoy es día de reyes y los reyes llegaron a Portugal. Ayer cinco de enero fui a almorzar a una plaza comercial, en un restaurante que se llama Portugalia. El menú que pedí estaba compuesto por caldo verde (un típico caldo portugués) arroz con camarón al ajillo y un pudín flan (flan). Incluía una bebida, yo pedí cerveza local.

Mientras esperaba que sirvieran mi orden observé que en un cartel anunciaban la hora de loira que es algo así como la hora feliz, durante esa hora la cerveza de barril se vende a mitad de precio. Lo que más llamó mi atención fue ver que lo anunciaban con tres vasos de cerveza, eso disparó en mí un recuerdo de mis años de estudiante universitario.

Recordé que alguna vez iba con un amigo en su coche, cuando por razones fisiológicas tuvimos que detenernos en uno de tantos Sanborns de la ciudad de México. Hicimos lo que teníamos que hacer cuando pregunté a mi amigo haciendo uso del amplio vocabulario que cualquier lector asiduo debe poseer: "Oye, ¿y vamos a pagar el estacionamiento tan sólo por echar una meada? " El también notó que tal gasto monetario hubiera sido un despilfarro, por lo que fuimos al bar y descubrimos que era la hora de la promoción.

Pero no, no era hora feliz, la promoción aquella vez era comprar dos cervezas y recibir una gratis. De acuerdo con nuestras matemáticas nos alcanzaba justo para pagar el estacionamiento, comprar dos cervezas, recibir la gratuita y pagar una cerveza más. De tal manera que hubiéramos bebido dos cervezas cada uno. Con la sed aumentada después de tan extenuante ejercicio mental tomamos lugar en nuestra mesa y pedimos dos cervezas, y como era de esperarse la mesera llevó las dos cervezas. Nosotros, con la enorme sed que teníamos, bebimos y también platicamos, después de acabadas las cervezas llegó nuevamente la mesera. De acuerdo a lo planeado, pedimos la cerveza de la promoción y otra más.

Cuando la mesera volvió, esta vez dejó en la mesa cuatro cervezas y una botana. Consternado, al igual que yo, mi amigo inquirió la razón de que tuvieramos cuatro cervezas en lugar de las dos esperadas, ella nos indicó que era la segunda cerveza de cada uno y la respectiva de la promoción. Mi amigo y yo sabíamos que no teníamos el dinero suficiente para pagar, sin embargo hicimos lo que se debe hacer en tiempos de crisis: fingir que la cosa no va con uno. Así que decidimos ordenar otra cerveza mientras ideábamos un nuevo plan.

La solución fue bien simple, tomamos el teléfono y localizamos a otro amigo, le explicamos nuestra incómoda situación. Él muy amablemente fue por nosotros con suficiente dinero para pagar lo que debíamos (más la promoción que él también pidió). Como pago a su generosísimo acto caballeresco digno del gran Esplandián, mi primer amigo convido a este segundo a que se uniera en nuestra travesía para ir a beber a otro lugar, con más dinero, muchos libros, poesía y una gran plática. Según recuerdo, lo que todo inició con una micción, terminó con una resaca máxima dos días despues.

Increible lo que uno puede recordar sólo por ver un cartel con tres vasos de cerveza en un restaurante, pero así son los recuerdos.

viernes, 30 de octubre de 2009

De vuelta he vuelto

Nuevamente estoy aquí, escribiendo un post en el blog. Como yo creo que ya todos saben ahora estoy aislado. Vivo en una isla, en el Reino Unido de la Gran Bretaña. El nombre es extraño porque tiene poco de unido, más allá de que no hay fronteras políticas entre los principados (e Irlanda del norte) que forman ese reino.

Tienen fronteras de lenguaje: en Wales (Gales) se habla Welsh (galés) en England (Inglaterra) hablan English (inglés), o por lo menos eso dicen, en Scotland (Escocia) hablan, no sé si Scotish o Scotch, es decir no se si se limpian la nariz o caminan con Juan y en Irlanda del norte quién sabe que hablen porque no he conocido a nadie de allá.

Aunque me gustaría empezar a hablar de la vida aquí desde que salí de allá, me parece que es mejor ignorar la línea cronológica a la que estamos acostumbrados a pensar losoccidentales y simplemente escribiré de diferentes cosas que me parezcan curiosas. En esta ocasión no sólo haré una ruptura cronológica, sino también topográfica. Si bien comencé esta enredada entrada hablando de la Gran Bretaña, ahora salto hacia Portugal. ¿Qué tienen que ver aquella con esta? Supongo que algunas, no he estudiado tanto la historia de ambas para encontrar sus puntos en común. Pero la razón que me motiva a este cambio de tópico geográfico es que actualmente estoy aquí, al sur de Portugal, en la región del Algarve. El año nuevo lo pasé en Sagres, una villa portuguesa sin mucho que otorgar a la humanidad más allá de sus bellezas naturales.

Cerca de ahí se encuentra el Cabo de San Vicente, del cual alguna vez Estrabón dijo que «no era el punto más occidental de Europa, sino de todo el mundo habitado». (Apud Wikipedia)

En algún lugar de Sagres hay una cueva formada por el mar, par años de una lucha entre la materia por ocupar el mismo espacio al mismo tiempo. Observé la furia con que el mar batía la roca. Era tan bella como la abnegación con que la roca soportaba. Aquello formaba una danza milenaria y cada paso era diferente. Durante años esos dos han realizado ese baile en el que, a pesar de su ritualidad, improvisan cada uno de sus pasos que tienen estudiados a la perfección antes de presentarlos al público.

Mientras observaba yo aquello contemplé y experimenté el ínfimo poder del ser humano. Pero no fue por la sublimidad de aquel baile, ni la vastedad oceánica, tampoco los gritos que el vienta hacía surgir entre las rocas. No. No fue nada de eso, fue la gaviota que flotaba a dos o tres metros por delante de mí. Ella estaba ahí suspensa, no bajaba ni subía, no avanzaba ni retrocedía. Estaba ahí con sus alas abiertas, cuando hizo lo que hacen las aves... cagó y aunque estaba a algunos metros de distancia bien logró ensuciar mi chamarra y mostrar que con toda nuestra tecnología aún somos incapaces de protegernos contra los embates de la naturaleza más básicos.

Pero bien, es momento de terminar esta entrada y no aburrirlos más, mañana es el primer domingo del año y habrá que celebrarlo de alguna manera. Pero he cumplido y escribí nuevamente aquí, como pueden darse cuenta, de vuelta he vuelto.