domingo, 13 de marzo de 2011

Atando cabos.

Tiene más de un año que no escribo ninguna entrada en el blog, no he tenido tiempo para mantenerlo fresco. Sin embargo, esta semana ocurrieron dos cosas, aparentemente, no ligadas entre ellas. Yo nunca he sido un verdadero seguidor de las teorías de conspiración, pero esta vez me parece que sólo pondré un poco de información y dejaré que ustedes decidan si hay o no relación entre una cosa y otra.

La primera de estas pasó el ocho de marzo, una extraña muerte masiva de anchoas y sardinas en las costas de Redondo Beach, California. La versión oficial fue que los peces murieron de forma natural por falta de oxígeno. Sin embargo siguen investigando otras posibles causas. Dicen que una repentina conglomeración de peces en esa área de la marina provocó que el oxígeno disponible se consumiera de forma más rápida, lo que provocó su muerte. Lo que no explican es por qué los peces decidieron nadar todos hacia el mismo lugar y al mismo tiempo.

El segundo hecho es el terremoto de Japón, ocurrido el 11 de marzo. Esta noticia no necesita una mayor explicación pues ya todo mundo lo sabe. Lo que me parece atípico de esto es la magnitud en daños provocados por el terremoto. Como de momento no tengo tiempo no me he puesto a investigar profundamente, pero de acuerdo con el periódico en línea Opinion.com.bo, “Por lo general, uno o dos terremotos de esta magnitud tienen lugar todos los años. Pero, incluso para un país como Japón, acostumbrado a este tipo de eventos, el sismo de este viernes es extraordinario.”

Este quedó registrado como el quinto terremoto más fuerte de la historia, cabe mencionar que los seis más fuertes que se han registrado ocurrieron después de la mitad del siglo XX y tres de estos han ocurrido después del 2000.

Pero, ¿qué tienen en común estas dos noticias? En realidad en apariencia nada, sin embargo hace algún tiempo escuché hablar de las ondas de frecuencia extra baja (ELF por sus siglas en inglés). Estas ondas son supuestamente utilizadas para obtener información atmosférica. No obstante, pueden ser utilizadas, al parecer, para producir algunos cambios en la ionósfera, lo que puede producir alteraciones en el ciclo climatológico natural de la tierra. Si en verdad estas ondas pueden controlarse con precisión, también podrían utilizarse para generar vibraciones en lugares donde la energía sísmica potencial es muy alta y generar temblores. Como no he hecho una investigación muy profunda pondré de referencia la página de wikipedia: Ondas ELF (en inglés).

No tengo pruebas de lo que digo, evidentemente, simplemente unos pequeños recuerdos de eventos. El año pasado, antes del temblor de Chile, los pájaros en Australia empezaron a caer muertos. También la aparición repentina de animales (sobre todo marinos) de alguna especie en zonas que no han sido su hábitat coincide con la ocurrencia de huracanes, tsunamis o terremotos. Entonces, atando cabos no relacionados entre sí, ¿será que los diferentes gobiernos están golpeando de esta manera a las economías emergentes y, de paso, cargándose al planeta?